Rumores señalan a Mark Zuckerberg como propietario de un yate de lujo de 118 metros – Mundo Conectado
En un movimiento que rezuma ostentación y poder, el director general de Meta, Mark Zuckerberghabría adquirido el superyate Plataforma de lanzamiento, valorado en 300 millones de dólares. El colosal barco, que mide 118 metros de eslora, cuenta con una piscina en la cubierta principal, un helipuerto y alojamiento de lujo para decenas de huéspedes y tripulación.
Aunque la transacción no ha sido confirmada oficialmente, los rumores circulan en el mundo náutico desde diciembre, cuando Zuckerberg visitó el astillero de Feadship en Holanda, el constructor del barco. Las especulaciones cobraron fuerza en marzo, cuando blogueros especializados en navegación a vela nombraron al magnate como el nuevo propietario del barco.
“Es política estándar de Feadship nunca revelar ninguna información sobre nuestros yates en relación con la propiedad, los costos o la entrega, etc.“, escribió Feadship, el constructor del barco, a Insider. “Ya sea un Feadship de 18 metros de la década de 1960 o un Feadship de 118 metros del siglo XXI, no compartimos información privada.“.
Los rumores apuntan a que Zuckerberg adquirió el superyate
A principios de marzo, blogueros de navegación como eSysman SuperYachts y Autoevolution comenzaron a especular que había comprado oficialmente el barco, construido originalmente para un empresario ruso sancionado, por 300 millones de dólares. (Aunque es una cantidad enorme, todavía representa menos del 0,2% del patrimonio neto de 177.000 millones de dólares de Zuckerberg).
Otra pista que podría apuntar a una propiedad norteamericana es que el yate enarbola la bandera de las Islas Marshall, un territorio estadounidense donde es común que los compradores estadounidenses registren sus barcos.
Zuckerberg podría sumarse a una selecta lista
La compra coloca a Zuckerberg en un grupo selecto de multimillonarios tecnológicos que presumen de superyates, como Jeff Bezos, Larry Ellison y Sergey Brin. El barco de Zuckerberg supera en tamaño al yate de Bezos, el Koru, y se suma a la lista de símbolos de riqueza y exclusividad en el mundo de los superricos.
El alarde de Zuckerberg, en tiempos de crisis económica global, plantea interrogantes sobre la ética y la necesidad de tal adquisición. Las críticas se intensifican al considerar el historial de Zuckerberg en materia de privacidad de los usuarios y responsabilidad social de su empresa.
La compra del superyate, además de ser un símbolo de ostentación, puede verse como una forma de Zuckerberg de distanciarse del público y aislarse en un mundo de lujo y exclusividad.
Fuente: información privilegiada